Surviving the World Cup Posted by Magda on Jun 29, 2010 in Spanish Culture, Videos
Llevaba varios días con cierto desasosiego. Presentía que algo iba a ocurrir, pero por un sentimiento de esos extraños, no acertaba a encontrar la causa. ¿Algo bueno? ¿Malo quizá? Difícil saberlo.
De repente una tarde salí de casa, pues necesitaba hacer algunas compras. Y mi asombro comenzó al ver la calle semidesierta. “Será por la hora, demasiado temprano con este calor”, pensé. Una vez en la tienda, me recibió un dependiente con cara larga y malhumorada, así que fui rápida. De vuelta a la calle, apenas ni coches circulaban. Solo un extraño, aunque familiar ruido de fondo que parecía de radio, al que no hice demasiado caso…
Coloqué la compra, encendí mi ordenador, y pensé en pasar algún rato en Facebook, charlando con mis amigos. ¿Qué extraña enfermedad había atacado a todos, absolutamente todos mis contactos? ¿Sería algún tipo de virus? ¿O me estaría fallando la vista? Todo lo que veía eran caras pintadas: rojo, amarillo, azul, verde, blanco, morado incluso. “¿Será la nueva moda de este verano, o se habrá vuelto el mundo loco y yo sin enterarme? Quizá en mi perfil descubra algo.” Y justo en ese momento comenzó mi pesadilla… ¡Tenía mi muro inundado de himnos, sonidos de vuvucelas y hasta Manolo el del bombo! ¡Comenzó el mundial, y yo había tenido la suerte de llegar a él sin enterarme!
http://www.youtube.com/watch?v=TcrJTdoWRqQ
A partir de ese instante se acabó el disfrutar tranquilamente de un buen vino con su tapa en cualquier bar, ya que en cualquier momento puede caerte una copa encima cuando el camarero y los clientes celebran un gol; eso si no te mueres del susto, o de la risa, al verlo aparecer a tomar nota con toda la cara pintada; o coger el transporte público y simplemente mirar por la ventanilla mientras llegas a tu destino, ya que si los jugadores fallan el penalti, y el conductor se pasa de largo tu parada por el enfado, ¡cualquiera se atreve a avisar!. Se terminaron durante semanas el café de sobremesa en compañía de los amigos, comentando inquietudes y quehaceres de la vida: solo importa lo vendido que es el árbitro, y lo poco que se ganan el sueldo los del equipo.
Definitivamente, el mundo se detiene, se olvida de la crisis, del paro, e incluso del jefe. Y cada segundo que pasa, y se acerca la hora del siguiente partido, siento como corre un sudor frío por mi espalda, y me aferro a mi desgajado manual de “Como sobrevivir a un mundial”…
I had been feeling restless for the last few days. I had a feeling that something was about to happen but, somehow, I couldn’t find the reason. Maybe it would be something good? Or a bad omen, perhaps? It was hard to tell.
Then, one afternoon, I went out to do some shopping. I was first shocked to see the streets almost empty. ‘Maybe it’s the time of the day, too early for this heat’, I thought. When I got to the shop, I was greeted by a grumpy, sad-looking owner, so I finished my shopping as quickly as I could. Back to the streets, and I noticed that there were barely any cars around. Only a weird, yet also familiar faint background noise that sounded like a radio broadcast, so I didn’t pay attention to it…
I put the groceries away, turned my computer on, and I decided to spend some time on Facebook, chatting to my friends. What was that strange illness that had struck every single one of my contacts? Could it be some kind of virus? Perhaps my vision had been affected by something? All I could see were painted faces: red, yellow, blue, green, white, even purple. ‘Is it the latest fashion this summer, or did everybody go crazy and I didn’t even notice? Maybe I’ll find the answer on my wall.’ And it was at that point when the nightmare began… My wall was flooded with chants, vuvuzela noise, and even Manolo the Base Drummer! The World Cup had started, and I had been lucky enough not to find out before!
From that moment on, I could say goodbye to enjoying a good glass of wine and a tapa in peace at any bar. At any time, a drink could be tipped over you when the bartender and the patrons are celebrating a goal; that’s if you’re lucky and you don’t die laughing, or from the impression, when the bartender pops up to take your order sporting a fully painted face. When taking public transport, you can’t just sit back and relax while looking out of the window. If a penalty is missed, and the driver gets too angry, you wouldn’t dare complain that he missed your stop! For the next few weeks, I can forget about having a cup of coffee with friends after lunch, talking about your life and tribulations. The only thing that matters is how unfair the referee was, and how little our players deserve their exorbitant paychecks.
Without question, the entire world grinds to a halt, everybody forgets about the crisis, about unemployment, even about the boss. Every second that goes by, and the closer the next match gets, I feel a cold sweat running down my spine, and I clutch at my tattered manual: “How to survive a World Cup”…
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Comments:
Gabriela:
España, te quiero!
alia butler:
Hahahaha Magda,me gusta este artículo. Creo que el “World Cup Maddness” ha tenido por todas de mi!!
Noelia:
Mé encanta el ambiente del mundial… !!!
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I love the atmosphere of the world cup …. !!
andreas:
¡Hola, Magda!
¡Qué divertido!
No me interesa el fútbol de nada, pero gracias a él he comprendido cómo yo amo el español. Si algo es en español, me interesa leerlo o escucharlo incluso sobre el fútbol.
Andreas
David Carmona:
Jeje, a mí tampoco me gusta el fútbol, y me ha encantado el artículo. Gracias por recoger el sentimiento de esta minoría menos ruidosa.
Magda:
¡Gracias a ambos!
¡Ya no me siento tan incomprendida!
Alia, tú y yo representamos las dos caras de una misma situación jejeje. Distrútalo!
José María:
Excelente post, Magda. Con fino humor y aguda ironía. Mi enhorabuena de nuevo.
José María