Hace algunos días falleció un gran actor español, Sancho Gracia. Su voz y su imagen están asociadas a mi niñez, ya que de pequeña no solía perderme ni uno solo de los capítulos de la serie que lo encumbró a la fama: Curro Jiménez. Serie que curiosamente estoy viendo estos días. Hablando con un amigo, y repasando su filmografía, me comentó que Sancho había dado vida en otra serie a uno de los más famosos asesinos de la España de Franco: José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez-Moris, conocido simplemente como Jarabo.

Jarabo fue el último culpable condenado a la pena capital, cuando en España todavía se aplicaba la pena de muerte. Fue condenado por el sangriento asesinato de cuatro personas, entre las cuales había una mujer embarazada. Se dice que era un joven mujeriego, bastante atractivo, que vivió a costa de su familia hasta que dilapidó su fortuna. Su romance con una mujer casada, y el anillo de diamantes que ella le prestó para cubrir deudas, fueron el inicio de la tragedia. Jarabo había empeñado la joya, y no tenía dinero para recuperarla cuando su amante se la pidió en una comprometida y apasionada carta. Tras dejar también en prenda la carta que ella le escribiese, y ante la falta de liquidez, decidió resolver el asunto a su manera.

Tras dirigirse a la casa de los propietarios de la casa de empeño, asesinó a sangre fría a la criada, y los dueños de la casa. No dudó en modificar la escena del crimen para que pareciese un homicidio pasional, y tras ingerir bastante alcohol, pasó la noche durmiendo en aquel improvisado panteón. Al día siguiente se dirigió a la tienda de empeño, y mató al segundo propietario, único involucrado que quedaba vivo. Fue detenido un día más tarde, al recoger el traje que manchado de sangre había dejado en la tintorería. Inicialmente lo negó todo, pero terminó confesando que había matado por amor, para recuperar la joya y la carta de la única mujer que logró querer en su vida. Sin embargo, no lo consiguió.

El crimen tuvo un enorme impacto en la sociedad española, la prensa llegó a publicar coleccionables con esta historia. El 4 de julio de 1959, Jarabo fue el último ajusticiado por garrote vil en nuestro país. Quizá por eso perdura aún su cruel leyenda.

http://www.youtube.com/watch?v=0_lQvD9uOHw&feature=related

Some days ago a great Spanish actor, Sancho Gracia, died. His voice and his image are associated with my childhood, because when I was a child I never lost any episode of the series that made him famous: Curro Jimenez. Curiously, I’m watching it these days. Speaking with a friend, and revising his movies, he told me that Sancho had given life in another series to one of the most famous murderers of Franco’s Spain: Jose Maria Manuel  Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Perez-Moris, simply known as Jarabo.

Jarabo was the last culprit condemned to the death penalty, when it was still applied in Spain. He was condemned because bloody murder of four persons, being a pregnant woman one of them. It is said that he was a womanizer, very attractive, who sponged off his family until he squandered his fortune. His romance with a married woman, and the diamond ring that she gave him to cover debts, were the beginning of the tragedy. Jarabo had pawned the jewel, and didn’t have money to recover it when his lover asked him for it in an awkward and passionate letter. After leaving the letter she wrote him as a pledge too, and not having cash enough, he decided to solve the situation his way.

After going to the pawnshop owner’s house, he murdered in cold blood the servant, and the house owners. He didn’t hesitate to modify the scene of the crime in order to make it look like a crime of passion, and after drinking quite a lot of alcohol, he spent the night sleeping in that improvised pantheon. The following day he went to the pawnshop, and killed the second owner, the only witness still alive.

He was arrested one day later, while collecting the blood stained suit he had left in the dry cleaner’s. He first denied everything, but he ended up by confessing that he had killed for love, to recover the jewel and the letter of the only woman he had loved in his life. Nevertheless, he didn’t get them.

The crime had an enormous impact in the Spanish society, the press published collectibles with this history. On July 4, 1959, Jarabo was the last executed convict with garrote vil in our country. Probably because of that, his cruel legend still lasts.